Un pueblo en medio del Lago de Constanza: más de cien palafitos prehistóricos en el espacio alpino fueron declarado en 2010 Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El museo muestra de forma muy interesante la vida de los humanos durante la Edad de Piedra y la Edad del Bronce. Lo más destacado son las viviendas, las cuales fueron reconstruidos desde 1922 por la asociación de palafitos y geografía regional. El museo en si, pero también la gran variedad de acciones, como por ejemplo como hacer fuego con piedras y madera o cocinar como los humanos de la edad de piedra, hacen sentir como fue la vida entre 4000 y 850 antes de Cristo. Una experiencia tanto para los niños como para los adultos.